sábado, 22 de diciembre de 2012

El Finn del mundo.

 El saxofón proyecta un cardenal de agujas níveas y coloradas que se incrustan en la estructura molecular de las lágrimas de un arcángel con diabetes. Me lo contó un maya y no veas la que lió. Cabe pensar que lo verdaderamente relevante de las profecías no está en su origen ni en su acierto, sino en esa especie de malabarismo temporal que hace que el presente se subordine desde si mismo a un pasado que está presente, consiguiendo que el futuro se difumine como la imagen desenfocada de un proyector. Ciento cuatro mil setecientos ochenta y siete agentes con gafitas rectangulares de la CIA, en cooperación con la MOSAD, Nike, MacDonalds (con permiso extraoficial de la SGAE adjunto) andan rebuscando entre los vestigios de la humanidad para encontrar alguna frase en arameo troglodita anglosajón que diga algo así como:

"Se acaba el mundo y te prometo que esta vez no he sido yo. No es culpa de nadie, todo esto es parte de un plan maestro que no nos incumbe, y si no se acaba el mundo significa que tan mal no lo estamos haciendo. Fuma. Poned en marcha las chimeneas que los mayas no mencionan nada al respecto, y mira a ver si subes el IVA mientras tanto. ¡Gol! Pánico nuclear. Tensión entre Israel e Irán. Japofobia china. Aracnofobia infantil. Teta. Crisis en España. Europa es un jarrón bailando sobre un palillo. Adopta un jarrón. Conflicto en medio de oriente y ya te dirá el canal de televisión dónde está el centro de ese medio. En oriente casi seguro. ¿He dicho teta ya? Se acaba el mundo."

Alienación: que todo esté en otro sitio. Que los mayas hace X años, de cuyo cuántos no quiero acordarme, dijesen el mundo se acaba le da un toque determinista a lo que sea que esté pasando. Ponle una pizca de "eso de que el mundo se va a acabar es algo que se sabe desde siempre" a la gran Mierda y conseguirás que lo que está acabando ahora con el mundo huela menos, que pase desapercibido como el sabor del vodka cuando se mezcla con lima. Tu vida está predeterminada porque está alienada, porque lo que podrías hacer para cambiarla está en otro sitio pero jamás donde estás tú. Ante eso siempre cabe decir con la simpleza con la que responderían los simios si pudiesen hablar: y una polla. ¿Crisis? Y una polla. ¿Ciclos económicos incomprensibles? Y una polla ¿Trabajar más por menos? Dos pollas. ¿No te contrato porque cabe el riesgo de que te quedes embarazada? Y un coño.¿Te juro que no volveré a levantarte la mano? Dos coños ¿Sanidad y educación privadas?¿Desahucios?¿Rescates? Y una polla, y un coño: guillotina. Cuando el poder de la palabra no alcanza las condiciones materiales no cabe diálogo posible. Cómo dijo recientemente un gran ciudadano en la universidad de Oviedo: yo no negocio con terroristas. No les facilites que puedan decir más tarde: tuvisteis vuestra oportunidad porque hubo diálogo. No hay diálogo posible con quien dialoga con el único objetivo de vender en los medios que se dialogó, que en aquesta y aquella decisión la víctima estuvo presente. Que la víctima firmó.

Ayer fue 21 y el fin del mundo sigue siendo pragmática y eficientemente administrado. Pero suena un clarinete al fondo del bar y al fondo del bar hay un piano. Jaming  con un checo que toca estupendamente y una guitarra que le pone acordes al asunto. Entonces me doy cuenta de que estoy tocando este instrumento de palabras, y que es utopía aburguesada el pensar que "la" verdad de este instrumento llegará a los oídos de la máquina liberal más sorda y deshumanizada. O más humana quizás. Hace mucho tiempo que dejé de admirar esa especie de racionalidad que nos distingue de los animales; racionalidad entendida como razón suficiente y de posibilidad para el dominio de la naturaleza y del otro desde la ilustración. Pero joder que bien suena el clarinete con el piano. Escribo para que muera la fe en la palabra, para que creer en sus palabras sea mera cuestión de fe, para que se lea entre líneas que hay que meter la máquina de escribir entre las poleas para romper la máquina, que no basta con la palabra. Improvisando con desconocidos en un bar de Praga pienso: sigue tocando sin perder el ritmo, cuerdas y martillos dentro y fuera del piano, mantén la calma.

22 de diciembre del 2012 y el mundo no ha terminado. Mañana vuelvo a, sin ser quien vino desde, a esa esa España en la que nunca he estado.

Finn (el humano).




domingo, 9 de diciembre de 2012

Mi

La única salud y poder posibles residen en la lucha contra el sufrimiento que nos define, dijo quizás Nietzsche. No puede haber orgullo donde no hay sufrimiento. No puede haber sufrimiento donde no hay vida, ni puede haber vida que no se esté consumiendo. Charles Bukowski escribió: "Si ocurre algo malo, bebes para olvidar, si ocurre algo bueno, bebes para celebrarlo, y si no pasa nada, bebes para que pase algo". Salud. ¿Salud? Tosiendo como un perro que tose como yo, tengo mil cosas que celebrar y olvidar mientras no pasa nada, pero no tengo nada que beber. Mañana tengo un examen que olvidar, por ejemplo.

Alguien me contó una historia una vez sobre una niña que tenía un juguete con el que jugaba cuando se lo pedían y cuando pensaba que lo había perdido, entonces lo buscaba nerviosa y jugaba complacida al encontrarlo. La historia concluye, creo recordar, cuando el triste muñeco se escapa dejando una nota que decía lo siguiente: "Cuando te mires al espejo y dejes de ver a una niña me podrás encontrar". Aunque el muñeco al escribir sabía que cuando llegase ese momento a ella ya no le gustarían los muñecos, por lo que no la volvería a ver jamás. Aunque parezca un final triste en realidad es espléndido. ¿No os parece espléndido que un juguete se de cuenta de que puede no jugar? Si asumes eso tienes que repensar la historia entera. Empezaba así: "Alguien me contó una historia", creo recordar que fue la niña, pero hace mucho tiempo que no la veo.

Un te quiero y un adiós que son una y la misma cosa. Fantasie impromptu de Chopin y cerrar el piano al que le falla el Mi más importante de todos aunque intentes que no se trague el resto de las notas: buena interpretación Alberto, pero sin ese Mi la voz final de la fantasía llega tristemente decapitada y convertida en una armónica vibración de cuerdas golpeadas por martillos. El piano sobre el que estoy sentado lo está tocando otro mientras escucho que tú escuchas el piano que estoy tocando: te falla el mismo Mi que al piano. Se cierra el piano y el sonido se disipa entre nosotros en ese abismo vacío e hipnótico entre el extremo imperceptible de la llama y el viento. Recuerdo lo que me respondió el muñeco cuando le pregunté más tarde que había sido de aquella niña:
- Alguien me contó que encontró el Mi más importante de un piano, después nadie más supo de ella.
-¿Alguien te contó?¡¿Quién te contó?!- pregunté yo que lo andaba buscando- pero no obtuve respuesta.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Salchichas y letras.

Es espantoso observar desde lejos como el sistema educativo español, ya imperfecto y menguado, se está convirtiendo en la más cínica maquinaria salchichera. LOMCE se llama la última gran puñalada a esa conciencia acallada pero orgullosa de las letras españolas. Desde Cervantes hasta Lorca pasando por Espronceda y las riñas entre Quevedo y Góngora, desde Valle Inclán hasta Delibes bajo las cantares gallegos de Rosalía de Castro retozando en el intramundo de Unamuno para acabar más tranquilo con Séneca. Sobre las penas de Miguel Hernández hoy, hasta sus cebollas están llorando de luto, y me atrevo a decir que todos ellos junto a todos y todas las que me dejo se cagarían en la cara de Ignacio Wert en prosa: Unamuno tardaría tiempo en enterarse como le pasó con Franco, pero luego se marcaría un buen discurso; Machado enviaría a Juan de Mairena por lo que le toca a la filosofía, y Ortega... Ortega no se porque es muy estupendo, quizás le mandaría una notita que dijese "eh tú hombre boya, ¿qué vivencias te crees que haces?". W€RT, apellido sencillo y económico ("fácil de pronunciar y te ahorras abrir la boca para una segunda vocal", decía de pequeño muy orgulloso) aquel que no contento con arruinar la universidad en la que estudió, en la que ahora estudiamos otros y otras tantas, le ha dado por joder a la gente que no ha tenido todavía el placer místico de pasear con un libro los otoños de ciudad universitaria.

Utilidad, competitividad, rentabilidad, mercado, tuerca, salchicha. Esas son las palabras que se leen en la LOMCE, aunque la última es sin duda la más explicita. Cómo estudiante de filosofía sientes que te meten la cabeza en el culo. Con la ética expulsada de secundaria y la historia de la filosofía opcional. Cómo libre pensador te das cuenta de que no hay cabeza sobre el cuerpo que te mete la tuya en el culo. Qué casualidad que vayan desapareciendo todas las disciplinas que te pueden llevar a plantearte porqué ciertas disciplinas van desapareciendo. Matan dos pájaros de un tiro; ¿porqué iban a financiar algo que cuestiona el sistema financiero?... "pero antes de empezar con el tema dos sacad vuestras Cocacolas"...pero ¡Almudena!, ¿dónde están tus deberes? - Lo siento profe, ayer no tenía dinero para hacerlos. -Pues ahora mismo te pongo una multa en la agenda". Mierda.

Andaba yo mirando en la página web del estado español para ver cómo me podía dar de baja. Como no encontraba la opción llame al teléfono adjunto y me pusieron las obras completas del Fary mientras me pedían amablemente que permaneciese a la espera. Cómo no pude darme de baja me di cuenta de que iba a tener que seguir siendo español, pero: ¿cual de todas las españas queda todavía para que podamos ser?¿ La España monárquica sin transición ni juicio al franquismo de cunetas vertebradas, o la España gobernada por un hombre que no responde preguntas por no entender su propia letra?¿Quizás la España joven siempre bien dispuesta al anestésico, o popular verbenera que sigue votando en función de lo que le goteó desde la guerra? Sin duda la España que recibe palos en la calle frente al ejército de salvación dictatorial es tentadora, o quizás pueda leer henchido el cantar del Mío Cid hasta que me den de baja sin haber visto siquiera que estoy envuelto en una funda en la sección de salchichas del supermercado. Solo queda una España en la que cabe pensar en ser y no es otra que la que lucha.

Pero como siempre todavía nos queda una razón para creer: su único error y mayor error. El método de autoperpetuación de liberalismo siempre ha sido la paedofagia (preciosa palabra), es decir, comerse las crías de las otras especies. Institucionalizar el odio a la institución,  vender palestinas y camisetas del Che hasta que las abuelas se las regalen a sus nietos preocupadas por la talla, sistematizar lo antisistema y venderlo, medirlo, esculpirlo y exponerlo. Aplaudir al terrorismo con lágrimas desde la doctrina del shock. La superación del uso ideológico del lenguaje no consiste en usarlo como un arma, sino prostituirlo para que nuestras bocas lascivas lo consuman hasta que se nos caigan los dientes por las venéreas. Ya no hace falta cortar las malas hiervas, basta con dejarlas crecer en esta maceta de mierda y tierra muerta a la que llamamos democracia.

 El abandono de estas prácticas paedofágicas es el mayor error que está cometiendo el poder a través del partido popular en la realización de su proyecto de sociedad. Trajeron policía de toda España reconociendo que tenían miedo al pueblo. Sacaron la filosofía de la educación obligatoria anunciando el poder del libre pensamiento; dijeron que la filosofía no servía porque jamás sería la sierva. Detuvieron a personas por decir la verdad aceptando vestirse con la mentira. Cargaron con violencia para disolvernos y nos enseñaron que la violencia nos servirá como les sirve a ellos. Persiguieron a toda persona que quiso organizar protestas, entonces el pueblo se dio cuenta de que organizado no tendría ni que protestar.  Prohibieron la palabra libertad y le dieron un sentido, golpearon a quien la gritó y horrorizados observaron como la palabra se convertía en símbolo. Minerva acudió armada a la llamada agonizante de Sofía.

 Cuanto más prohíban, peguen, roben y maten más seco estará el suelo sobre el que emerja esa chispa que extienda el incendio, y pasará, pero lo más difícil, mucho más que quemar a un gobierno, es que lo que quede en pie cuando este caiga pueda coger las riendas sin que se le resbalen por la sangre, sin ahogarse entre cenizas.

lunes, 3 de diciembre de 2012

Azar y geografía

Desperté hace unos días, como casi todos, y tardé unos diez minutos dando vueltas por el cuarto en darme cuenta de que Pepe se había ido; que se había ido lo noté primero buscando los horarios del tranvía y después en su cama desnuda de sábanas. Recién levantado las sorpresas llegan en dos partes: primero hay que percibir la información sensorial, unos seis segundos y siete diecisesiavos después, aproximadamente, te das cuenta de que lo deducible en la información sensorial percibida no cuadra con la almacenada -¡por los huevos de Epicuro, Pepe se ha ido! Entonces cojo el móvil, despacio, abro mucho los ojos para poder distinguir los contactos del móvil de las herramientas, le llamo, me lo coge y lo confirmo. Está en la cuarta planta con una individual, yo tengo una doble individual y no tengo que mudarme. Pepe se ha mudado y no me he despertado (*.*)  Tras pasar dos segundos con la incertidumbre que pasó Simba cuando Scar nos jodió a todos la infancia pienso: Bien. Y me tiro en la cama de nuevo. Se que "bien" se queda tan escueto como un Miliki preguntando sin ganas: ¿cómo están?, pero acababa de levantarme. Así va esto.

- Podremos fumar viendo pelis en tu cuarto - dice Elisa, ¿o lo dije yo? Respondo asintiendo solemnemente con la cara de Samuel L Jackson en Pulp Fiction- ¿o fue ella?.
- ¿Y no te da pena? Oooooooois con lo monos que eráis los dos juntitos en el cuarto (cara de pena): ¡esto es el fin de una era!(cara de filósofa existencialista) Le vas a echar de menos: ¿verdad Alberto, VERDAD? (cara de más te vale) Aaaai qué pena me da (vuelta a la cara de pena)- exclama Cristina con ese acento gallego que viola mi virilidad cada vez que me llama "blandito", siempre tan dramática como cariñosa cierra valoraciones con una sonrisa para que no me sienta mal, aunque le de pena.
- Puta viiiida Alberto -se queja Marta también en gallego. Y concluye con un discurso que entrelaza sexualidad (que de repente tiene que ver conmigo) y destino con el talento de Saramago, donde aporta brillantes argumentos que prueban con más rigor que cualquier ciencia que la vida es puta.
- Hijo de puuuuta - dice Marco reflejando en su pura envidia el horror que siente cada vez que el checo que habita en el lado más sucio y oscuro de su cuarto le mira con ojos profundos y muertos.
- ¡Te lo gozas!¡Claro que sí! - asegura Rubén con la voz de la experiencia.

Días después estamos Marco, Elisa y yo tirados en mi cuarto compartiendo una de esas conversaciones profundas excavadas a base de ron y hierva entre mis sábanas más arrugadas desde que se fue Pepe. Poesía, música, sinceridad, geografía y azar. Cojo un folio y utilizando mi mano escriben el ron y la hierva un poema que le regalo a Elisa sobre el azar y la geografía: lo que nos contó ella sobre el erasmus y la contingencia. Van a ser las tres de la mañana y todavía no hemos salido a esa balkan party que termina a las cinco. Cinco lobitos tiene la loba detrás de la escoba, pero aun así perdemos el tranvía para comprobar como el frío dilata el tiempo. Tiempo de esnifar movimiento. Movimiento que nos arrastra hasta aquella fiesta. Fiesta que acaba cuando me encuentro. Encuentro a un amigo que vive cerca: me invita a mi y a unas francesas a su piso. Piso una mierda por el camino. Camino despacio pensando que no estoy lo suficientemente borracho como para no tener sueño. Sueño en el sofá en el que desperté hace unos días. Estar de erasmus: ahogarte aposta en el único oasis del desierto.